El formato MP3 permite comprimir archivos de audio ocupando pocos megabytes, lo que facilita su distribución y compartición, aunque con alguna pérdida de calidad. Esto ha llevado a una masiva piratería musical que ha afectado negativamente a la industria discográfica. Los dispositivos MP3, MP4, etc. han ido incorporando nuevas funciones como cámaras, teléfonos y sintonizadores de TV, manteniendo características similares entre versiones.