El aprendizaje de idiomas ha evolucionado de un enfoque constructivista centrado en el profesor a un enfoque comunicativo centrado en el estudiante. El enfoque constructivista se centraba en la gramática y la pronunciación, mientras que el enfoque comunicativo reconoce que el propósito del aprendizaje de idiomas es la comunicación y por lo tanto enfatiza el desarrollo de habilidades comunicativas a través de actividades que implican el uso significativo del idioma en contextos reales.