Los amigos buscaron a Alex en las alcantarillas y descubrieron unas mazmorras romanas. Al explorarlas, uno de los encapuchados secuestró a Lucia. Lucia fue encerrada en una celda con las iniciales de Alex escritas, y se comunicó con él golpeando la pared. Lucia y Alex escaparon juntos y se reunieron con sus amigos y la policía.