Los mejores momentos del autor en la escuela de formación de soldados incluyeron el día en que visitaron familiares después de un mes, el día en que recibieron sus armas marcando el fin de la formación, y el día en que observó a su hermano graduarse. También disfrutó de las competencias deportivas y conoció compañeros e instructores respetuosos que les enseñaron valiosas lecciones.