Un joven que asistió a una reunión bíblica se preguntaba si Dios aún habla con las personas. Mientras conducía a su casa después de la reunión, escuchó una voz interior que le dijo que comprara leche y se dirigiera a una casa en particular. Al entregar la leche a la familia que vivía allí, se enteró de que habían estado orando por leche para su bebé hambriento. El joven experimentó que Dios responde a las oraciones de los justos.