Gandhi le pide a Dios que le ayude a decir la verdad frente a los poderosos y no mentir para agradar a los débiles. Le pide fuerzas, humildad, dignidad y la capacidad de amarse a sí mismo y juzgarse como juzga a los demás. También le pide que no le deje embriagarse con el éxito ni desesperarse con el fracaso, y que le enseñe que la tolerancia es la máxima fortaleza y el deseo de venganza es la primera debilidad.