La tolerancia al estrés es la capacidad de una persona para manejar situaciones estresantes o amenazantes sin sufrir daños emocionales o físicos. Las personas con mayor tolerancia al estrés tienden a mantener la calma y el control de sí mismas bajo presión, y son capaces de adaptarse y responder de manera flexible a situaciones nuevas o inesperadas. Una buena tolerancia al estrés se puede desarrollar practicando técnicas de relajación, manteniendo una actitud positiva y aprendiendo a gestionar eficazmente el tiempo y