Edgar y Samuel vivían felices pero solos hasta que se conocieron. Edgar era feliz a pesar de trabajar mucho, mientras que Samuel no era feliz porque nunca lo necesitaban y estaba solo todo el día. Edgar trabajaba en una plantación de higos mientras que Samuel vivía en las tierras altas y pasaba la mayoría del tiempo leyendo. Ambos eran delgados, solitarios e inteligentes, aunque Edgar también era trabajador.