La historia cuenta la experiencia de un niño de 6 años llamado Billy que estaba muriendo de leucemia terminal. Su último deseo era convertirse en bombero. Los bomberos de la estación de Phoenix organizaron para que Billy pasara un día como bombero honorario, con uniforme y acompañándolos a las llamadas de emergencia. Esto tocó profundamente a Billy, quien vivió tres meses más de lo esperado. Cuando sus signos vitales comenzaron a fallar, los bomberos acudieron al hospital vestidos de uniforme para estar con él mientras fallecía.