El capitán judío Alfred Dreyfus fue falsamente acusado de espionaje en 1894 debido al antisemitismo en Francia. El escritor Émile Zola denunció públicamente la manipulación del caso en 1898, por lo que fue condenado. Tras varios juicios, Dreyfus finalmente logró probar su inocencia en 1906, aunque nunca fue indemnizado.