El documento discute cómo la saturación de imágenes en los medios audiovisuales como el cine causa una pérdida de concentración en los espectadores. También explica cómo el cine promueve el consumismo visual a través de marcas globales y productos en las películas. Además, señala que muchos jóvenes van al cine principalmente influenciados por comentarios y cortes promocionales en lugar de por un interés real en la película.