Un turista visitó al sabio que vivía en El Cairo y se sorprendió de la sencillez con la que vivía. Cuando preguntó por sus muebles, el sabio respondió preguntando por los muebles del turista, insinuando que ambos estaban sólo de paso en la tierra. El sabio concluyó que aunque algunos viven como si fueran a quedarse para siempre, la vida en la tierra es sólo temporal y lo importante es ser feliz.