Vince Lombardi compara la vida a un juego de fútbol americano, donde cada persona es el quarterback de su propio equipo y Dios es el árbitro. El juego dura toda la vida sin tiempos fuera ni sustituciones, y la línea de defensa está formada por la Honestidad, Lealtad, Deber, Respeto, Estudio, Limpieza y Buena Conducta. Si pierdes el balón, que representa el alma inmortal, pierdes el juego de la vida.