La aparición de las microcomputadoras en los años setenta significó un cambio sustancial en el panorama computacional. Esto incluyó la disponibilidad de abundantes fuentes de información de grandes computadoras y documentación, así como el uso de sistemas computacionales para el control de máquinas en la escuela. El uso de programas de computadora permite materializar y concretar la potencialidad de las máquinas, aunque lo que realmente motiva a los niños a aprender es su interés, no la lectura en sí.