El documento describe las características de un cristiano tibio que no da buen testimonio, no se alimenta de la Palabra de Dios, no tiene refugio ni trabajo en la obra de Dios, carece de oración y fundamento espiritual, y depende de los demás en lugar de tener su propia voluntad. Se compara a este cristiano tibio con tres mendigos bíblicos y contrasta sus características con las de un rey justo, bondadoso, firme, valiente, sabio y que se sacrifica por los demás.