Un hombre rezó para cambiar de cuerpo con su esposa por un día para que ella entendiera sus responsabilidades diarias como trabajador. Al despertar como mujer, experimentó un día ajetreado lleno de tareas domésticas y de cuidado de los hijos. Al final del día, se dio cuenta de lo agotador que era el rol de ama de casa y le rogó a Dios que los cambiara de nuevo, aunque Dios le informó que tendría que esperar nueve meses ya que había quedado embarazado.