El documento es una reflexión sobre en quién centrar la atención. Indica que se debe fijar la mirada en el corazón humilde, contrito e indigno que tiembla ante la palabra de Dios. El camino de estas personas es fácil, simple y llano. Aunque el autor no se siente digno de recibir a un amigo en su casa, una palabra de este será suficiente para sanarlo.