Las viviendas en el Antiguo Egipto variaban desde grandes templos hasta pequeñas casas de adobe, dependiendo de la clase social, con los faraones y nobles viviendo en complejos palaciegos lujosos y la mayoría de los egipcios residiendo en casas sencillas de ladrillos de barro. Las ciudades egipcias estaban densamente pobladas y estructuradas en torno a grandes templos y plazas públicas, mientras que las casas privadas procuraban ofrecer un espacio íntimo para las familias a pesar