La puerta principal de las reuniones de gerencia siempre participaba en las juntas y a ella se le confiaban muchos secretos, por lo que menospreciaba a las otras puertas. Sin embargo, cuando llegó un nuevo jefe, ordenó cambiarla por una puerta más informal, enviándola al sótano a custodiar papeles sin privilegios. Sus compañeras puertas ahora se burlaban de ella, enseñándole que no se debe maltratar a los demás cuando se tiene un cargo destacado, porque en cualquier momento los papeles pueden invertirse.