La fábula cuenta la historia de una suela y un cuero de zapato que reflexionan sobre su triste existencia de depender de la duración de sus materiales. Deciden disfrutar la vida bebiendo en exceso, lo que lleva al cuero a rasgarse y la suela a gastarse, por lo que el dueño los descarta. La moraleja es que lo que no se hace con moderación no perdura.