La teoría de la deriva continental sostiene que las diferencias de temperatura y densidad en el manto terrestre generan corrientes convectivas que expulsan materiales hacia la superficie, agrandando y moviendo las placas oceánicas y continentales, lo que da origen a la formación y separación de los continentes a lo largo del tiempo. Esta teoría es el origen de la moderna teoría de la tectónica de placas.