El documento discute el fotoperiodismo en Latinoamérica, destacando que debido a la complejidad de las relaciones culturales y condiciones sociales, los fotógrafos latinoamericanos deben estudiar detenidamente la situación que los rodea antes de tomar fotos y a menudo necesitan ser etnógrafos, sociólogos o antropólogos culturales. También señala que el fotoperiodismo es el arte más arriesgado pero satisfactorio.