La máquina de fax fue inventada en 1863 en Londres, permitiendo copiar y enviar imágenes entre máquinas a distancia. Se componía de un escáner de imágenes, un módem y una impresora, y fue adoptada inicialmente por empresas periodísticas. Los primeros faxes usaban impresoras térmicas de papel especial, aunque algunos usaban impresoras de agujas o láser. Al principio solo escaneaban en blanco y negro, pero luego pasaron a escala de grises a medida que la tecnología mejoró