Los robots humanoides pueden adaptarse a una gran variedad de tareas como andar o saltar debido a que asimilan el cuerpo y los movimientos humanos, lo que les permite tener manos libres para otras tareas. Además, los robots humanoides pueden dar servicio durante muchos años sin necesidad de hacer cambios en el entorno, lo que reduce el consumo de energía en comparación con otros diseños de robots. Sin embargo, la evolución natural condujo a los humanos al bipedismo, mientras que creamos la rueda para maximizar la movilidad.