Los carnavales tienen su origen en la época romana y se celebran generalmente en los meses de invierno antes de la cuaresma. En Euskal Herria hay dos tipos de carnavales: los más antiguos con ritos tradicionales como los de Lantz, y los más modernos y urbanos como los de Tolosa. En Guipúzcoa, los caldereros anuncian los carnavales vestidos como cíngaros procedentes de Hungría.