El documento argumenta que el mundo no pertenece a ninguna raza, cultura o religión en particular, sino que es de todos. Llama a eliminar frases y creencias racistas como la idea de que algunas razas son inferiores o que el racismo es natural. Finalmente, propone que debemos liberarnos de prejuicios y reconocer que todos los seres humanos, independientemente de su raza, son iguales en dignidad.