Este poema invita a los niños y sus familias a una celebración del Día de Muertos en la escuela el jueves 31 de octubre. La celebración incluirá presentaciones de los alumnos y maestros sobre las tradiciones de Día de Muertos, así como pan de muerto y champurrado para degustar después. La familia está invitada a visitar el colegio y su altar para honrar a los fieles difuntos.