La ferrería de Cades utiliza la fuerza del agua del río Nansa, que nace de las lluvias y nieves de Peña Sagra y Peña Labra, para hacer funcionar su maquinaria a través de una rueda hidráulica, lo que mueve el equipo para soplar aire al fuego y deformar el hierro con un mazo, procesos necesarios para su producción con la ayuda también de leñadores que cortan madera para convertirla en carbón.