Este documento discute tres sistemas (Billy, McLean y Simon) que definen la belleza a través de la unidad, división y multiplicación de formas, capas funcionales, estructura y orden. Los sistemas facilitan el geometrismo, la unicidad y la simetría al tiempo que son neutrales, dando propósito y sentido a las cosas de una manera similar a la naturaleza. El autor concluye que hacer la tecnología más humana y bella es la única forma valiosa de protesta.