El poema habla sobre un niño que encuentra un dragón triste en un estanque. El dragón puede hablar como un pato y come mucha fruta y algunos helados. Cuando el niño llega a casa, el dragón dice "Qua-qua". El niño le sonrió al dragón y este lo miró. Ahora el dragón y el niño son buenos amigos y el dragón vive con el niño. El dragón tiene dos cuernos en la cabeza, una cola delgada y pequeños dientes y patas cortas como un pardal.