El hombre es creativo por naturaleza y tiene la capacidad de crear cosas de la nada. Su creatividad se ve impulsada por la motivación innata de superación y el deseo de establecer una relación activa con su entorno. Para crear de forma efectiva, el hombre utiliza tanto procesos intuitivos como sistemáticos, generando infinitas soluciones a través de la imaginación y aprovechando sus facultades sensitivas.