Una mujer esperaba el tren en la estación y compró un libro y galletas. Se sentó a leer y un hombre se sentó a su lado con una revista. Ella pensó que él estaba robando sus galletas cada vez que cogía una, pero luego se dio cuenta de que sus galletas seguían en su bolso intactas. La mujer se sintió avergonzada por haber sacado conclusiones erróneas sobre el hombre.
A veces juzgamos a las personas de modo implacable basados en suposiciones que al final resultan falsas. Cuando aceptamos o reconocemos nuestro error, puede ser demasiado tarde.
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1ª Pesquisa Eleitoral Registrada do 2º Turno da Perspectiva Tecnologia da Informação. O período de realização da pesquisa foi compreendido entre os dias 08/10/2014 e 10/10/2014.
El eje 4 y la importancia de dar valor a los productos de la pesca y la acuicultura. Presentación de José Manuel Gaiteiro, Subdirector General de Pesca y Acuicultura de la Junta de Andalucía, en el taller “Nuevos retos de la acuicultura en Andalucía”, celebrado en noviembre 2011 en Ctaqua (El Puerto de Santa María).
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2. Una chica estaba esperando el tren, en
los bancos de espera de una gran
estación. Como debía esperar un largo
rato, decidió comprar un libro y
también un paquete de galletas.
Se sentó en una sala de la gran estación
del tren para poder descansar y leer en
paz.
3. En el asiento de por medio,
se sentó un hombre que
abrió una revista y empezó
a leer. Entre ellos quedaron
las galletas.
4. Cuando ella cogió la primera, el
hombre también tomó una.
Ella se sintió indignada, pero
no dijo nada.
Solo pensó:
"¡Qué descarado; si yo fuera
más valiente, hasta le daría
una bofetada para que nunca
lo olvide!". Cada vez que ella
cogía una galleta, el hombre
también tomaba una.
5. Aquello le indignaba
tanto que no
conseguía
concentrarse ni
reaccionar. Cuando
quedaba solo una
galleta, pensó:
"¿qué hará ahora este
aprovechado?".
6. Entonces, el hombre
partió la última galleta
y dejó media para ella.
¡Ah No!,
Aquello le pareció
demasiado
¡Se puso a resoplar de
rabia!.
Cerró su libro y sus
cosas y se dirigió al
sector del embarque.
7. Cuando se sentó en el interior
del tren, miró dentro del
bolso y para su sorpresa, allí
estaba su paquete de
galletas. . intacto, cerrado.
¡Sintió tanta vergüenza!
Sólo entonces se dio cuenta de
lo equivocada que estaba.
8. ¡Había olvidado que sus galletas
estaban guardadas dentro de su
bolso!
El hombre había compartido las
suyas sin sentirse indignado,
nervioso, consternado o
alterado.
Y ya no estaba a tiempo ni tenía
posibilidades para dar, explicar
o pedir disculpas.
9. Pero sí para razonar:
¿cuántas veces en nuestra vida sacamos conclusiones
cuando debiéramos observar mejor?
¿cuántas cosas no son exactamente como pensamos
acerca de las personas?
Y recordó que existen cuatro cosas en la vida que no se
recuperan:
Una piedra, después de haber sido lanzada;
Una palabra, después de haberla dicho.
Una oportunidad, después de haberla perdido.
El tiempo, después de haber pasado