Ferrari y Kia son dos fabricantes de automóviles muy diferentes. Mientras que Ferrari se especializa en autos deportivos de lujo hechos a mano en Italia, Kia fabrica vehículos más asequibles en masa destinados a un público más amplio. Aunque sus enfoques de mercado y clientes objetivo difieren, ambas marcas buscan ofrecer la mejor experiencia de conducción posible dentro de sus respectivas categorías de precio.