1. INSTITUTO DE EDUCACIÓN MEDIA
SUPERIOR DEL DISTRITO FEDERAL
“EMILIANO ZAPATA” PLANTEL MILPA
ALTA
Ensayo final: Experiencia estética: LA HIJA PRÓDIGA” con coreografía montada por
Gloria Contreras.
Reyes Arroyo Mariana Loreli
Gpo. 402
2. Pensé demasiado, pero la experiencia estética que más que más me ha causado conmoción
hasta el momento en cuanto ha contemplación de arte se refiere, es la danza que montó la
coreógrafa Gloria Conteras: “La hija pródiga”, dedicada a Lorena Luke (hija de la señora
Contreras), con la melodía: 1er. Y 2do. Movimiento de la Sonata para violonchelo y piano,
con los bailarines: Mireya Rodríguez, Olga Rodríguez y Tonathiu Martínez con una
duración de 16 minutos.
Muchos factores influyeron en el hecho de producirme sensaciones de gran
magnitud, éstas fueron una profunda identificación con la hija pródiga; sentimientos de ira,
enojo, dolor y frustración al grado de advertir una fuerte furia contra la madre. En verdad
no perdí pista de la historia que se desarrollaba sobre el escenario, que por cierto fue el en
teatro “Carlos Lazo” en la Facultad de Arquitectura en la UNAM.
La experiencia estética radica en el hecho de haberme visto como la bailarina que
representaba de manera leal el enamoramiento que surgió entre ella y un joven mayor que,
como siempre pasa, este tipo de relaciones son mal vistas y prohibidas por alguno de los
padres que desaprueban cualquier tipo de actitud que no vaya acorde a su manera de pensar
y, sobre todo ponga en jaque a las barreras morales tan rígidas que le impiden a la juventud
de gozar con plenitud precisamente de ello, de la juventud. Juzgo aborrecible cualquier tipo
de impedimento basado en el código moral; comprensible resulta el hecho de argumentar
alguna prohibición con sólidas bases en el margen de la salud, por ejemplo, cuando un
padre le sugiere a su hijo “no beber” o “no fumar” está fundamentada su apelación a la
búsqueda de un bienestar físico, pero si se está abogando por un bienestar ajeno al de la
3. persona involucrada, como por ejemplo “no salgas con ese hombre porque está mal” se
están construyendo argumentos en base de lo subjetivo, por lo tanto carecen de relevancia
que por ende, uno puede decidir tomar o dejar de lado la objeción de quien la haya
manifestado. Es por esta razón que me identifico con la obra, ciertamente en mi vida
privada he vivido acontecimientos que me parecen de la misma naturaleza y no hablando
propiamente de una situación amorosa, sino de la mayoría de mis actitudes que son
juzgadas por mis padres como incorrectas o fuera de lugar, las cuales no vale la pena
mencionar.
Como lo insinué, en la obra vi a una madre todo amor y dulzura que a toda costa
trataba de hacer ver a su hija que hacía mal involucrándose con ese tipo que, “según” ella,
la iba a hacer sufrir, circunstancia que obviamente pasó, pues las madres “siempre tienen la
razón” Aquí fue donde me llené de ira, pues Gloria Contreras mencionó que la desarrolló a
partir de una situación con su hija de la misma naturaleza. Pero, ¿cómo estar seguros de la
credibilidad de la historia proyectada en forma de danza?, ¿cómo estar seguros de la
palabra, la visión y la interpretación de lo ocurrido entre Gloria y su hija si sólo se
vislumbra la subjetividad de Gloria? Siempre existe el otro lado de la moneda y ese es el de
la hija, la cual sin duda tendrá puntos que colocar sobre la mesa que refuten mucho de lo
descrito por Contreras. Es bien ingenuo creer que la hija se enamora, se va, pierde la cabeza
por el amor que siente hacia un ser “despreciable”, su madre toda dulzura la ama por sobre
todas las cosas y con paciencia espera que su hija recapacite, que se dé cuenta del error fatal
que cometió al convertirse aquel hombre en una bestia, regresa al lado de la madre quien la
espera con los brazos abiertos a pesar de haber tenido siempre la razón y nunca haber sido
escuchada. ¡Ay, qué vinito suela eso! Si yo fuera la madre igual me proyectaría como todo
4. amor y bondad, esto es lo que me da asco, creer que en cada situación que involucre a dos o
más personas siempre exista una que crea tener la verdad absoluta, pasando por encima de
todo y de todos. ¡Patético! Fue una puesta en escena muy linda, lo acepto, en cuestión de la
coreografía y la entrega de los bailarines fue excelsa a pesar de ser bailarines jóvenes y
algunos de ellos con poca experiencia, patético es creer al cien por ciento en la historia.
Reivindico mi postura ente el rechazo ineludible hacia la moral, incluso hacia
algunos valores familiares como la unión, siempre y cuando esta sea tomada con
límites controlatorios. La familia es un vínculo que debería generar sentimientos de
fraternidad y no de dependencia, tal vez es eso lo que pasó en la danza, la madre no
aceptó la idea de dejar ir a su hija y menos en manos de un hombre mayor con
experiencia, la familia debería formarnos para controlar el momento en que
debamos partir y comenzar a hacer una vida individual y no aprehendernos de una
manera enfermiza con sentimientos de chantaje. Esta es mi postura acerca de la
danza que presencié en CU.