El documento describe la Hora del Planeta, una campaña en la que la gente apaga las luces por una hora para crear conciencia sobre el calentamiento global. Sin embargo, algunas personas en la casa del autor no participaron en la campaña, aparentemente porque no podían vivir sin luz por solo 60 minutos. El autor cree que estas personas no tuvieron suficiente conciencia sobre cómo la campaña beneficiaría el bienestar del planeta.