Brenda perdió uno de sus lentes de contacto mientras escalaba una montaña. A pesar de buscarlo sin éxito, oró para que lo encontrara. Más tarde, un grupo de jóvenes encontró el lente de contacto siendo transportado por una hormiga en la base de la montaña, demostrando la respuesta a la oración de Brenda.
1. La Hormiga y el Lente de contacto
Brenda estaba a mitad de camino en su ascenso por el muro de granito.
Había alcanzado un borde de la montaña en la que podía descansar un poco.
Mientras estaba descansando, la soga de seguridad se movió, pegó en su
rostro y le quitó uno de sus lentes de contacto.
Se lamentó por lo sucedido y pensó: “Aquí estoy a cientos de metros de altura
desde la base y a cientos de metros de la cumbre y ahora veo todo borroso”.
Buscó y buscó, esperando que de alguna manera el lente de contacto hubiera
caído sobre el borde, pero simplemente no estaba ahí.
Sintió que el temor se apoderaba de ella, así que comenzó a orar pidiendo
calma y tranquilidad y también para que pueda encontrar su lente de
contacto. Finalmente cuando llegó a la cumbre, un amigo examinó su ojo y
busco en su ropa por si hallaba el lente de contacto, pero no apareció.
Aunque Brenda estaba contenta de haber alcanzado la cima, se entristeció
por no poder apreciar la vista de las montañas delante de ella. Ella recordó el
versículo de la Biblia donde dice que los ojos del Señor recorren
permanentemente la faz de la Tierra.
Ella pensó: “Señor vos ves estas montañas y conoces cada roca y cada hojita
que ha caído en tierra. ¿No podrías ayudarme a encontrar mi lente de
contacto?
Más tarde cuando bajaron por el sendero hasta la base de la montaña, se
toparon con un grupo de jóvenes que estaban comenzando a ascender por el
muro. En eso, uno de los jóvenes exclamó con voz fuerte: “¿Ehhh, alguno de
ustedes ha perdido un lente de contacto?”
2. Brenda escuchó eso y se acercó al joven y efectivamente pudo comprobar que
era el lente de contacto que ella había perdido.
Pero lo sorprendente de todo fue como es que este joven hallo el lente: En una
pequeña rama de un arbusto justo frente a él pudo ver como una hormiga
avanzaba con dificultad acarreando sobre ella el lente de contacto.
Antes de tomar el lente le sacaron una foto con su celular.
De regreso a casa Brenda contó lo sucedido a su familia y si no fuera por la
foto, no lo podían creer.
El papá de Brenda tomó la foto y la puso en un marco y debajo de ella
escribió:
“Señor no sé por qué quieres que lleve esto sobre mi espalda. No lo puedo
comer y es terriblemente pesado. Pero si esto es lo que quieres que haga, lo
voy a hacer por Ti”