My books- Hacking Digital Learning Strategies http://hackingdls.com & Learning to Go https://gum.co/learn2go
Resources at http://shellyterrell.com/emoji
Artificial intelligence (AI) is everywhere, promising self-driving cars, medical breakthroughs, and new ways of working. But how do you separate hype from reality? How can your company apply AI to solve real business problems?
Here’s what AI learnings your business should keep in mind for 2017.
My books- Hacking Digital Learning Strategies http://hackingdls.com & Learning to Go https://gum.co/learn2go
Resources at http://shellyterrell.com/emoji
Artificial intelligence (AI) is everywhere, promising self-driving cars, medical breakthroughs, and new ways of working. But how do you separate hype from reality? How can your company apply AI to solve real business problems?
Here’s what AI learnings your business should keep in mind for 2017.
1. LA MEDICINA
EN EL ÁRBOL
DE LA
CIENCIA,
DE PÍO
BAROJA
Realizado por: Isabel María Guerrero Lozano.
Número: 6.
Curso: B1IC.
Profesora: Jose Pastor.
Fecha de realización: 8 de junio de 2009.
LA MEDICINA EN “EL ÁRBOL DE LA CIENCIA”
Durante toda la obra son numerosas las referencias a la medicina,
debido a que el propio escritor, Pío Baroja, era médico y, por lo tanto
el protagonista, su alter ego, también ejercía esta profesión.
2. La vida médica del protagonista, Andrés Hurtado, comienza en la
facultad, en Madrid. Lo primero que llama la atención es que para
entrar a la clase de Medicina y Farmacia tuvieran los alumnos que
pasar por la de Arquitectura, además de que las clases se impartían
en una antigua capilla del Instituto de San Isidro.
La primera queja que tiene Andrés son sus profesores. Todos son
ancianos petulantes casi sin energías, de los que los estudiantes se
burlan o, por lo menos, lo intentan, además de no prestar ningún tipo
de atención a las clases, aunque a los docentes parece no
importarles.
El curso siguiente tenía menos asignaturas y éstas eran menos
teóricas y más prácticas, lo que despertaba un mayor interés en el
protagonista. A mediados de curso comenzaron las clases de
disección, para las que ningún estudiante parecía tener ningún tipo
de escrúpulo. Lo único que más disgustaba a Andrés era el hecho de
que los mozos arrastrasen de cualquier manera a los cadáveres para
trasladarlos del furgón a la sala de disección y que, además, cuando
ya se habían terminado todas las disecciones los órganos se echasen,
también de cualquier manera, en cubos.
El tercer año de carrera pasa sin grandes acontecimientos, excepto su
absoluta decepción con la fisiología, debido a un libro de texto lleno
de estupideces y a un profesor anciano que parecía no tener ningún
interés por lo que explicaba; y llegamos al cuarto curso, en el que
todos están muy ansiosos por recibir clases de don José de
Letamendi, considerado un genio, aunque desconocido más allá de
los Pirineos. Andrés leyó varios libros suyos, y para él se convirtió en
casi un dios. Convencido de sus teorías, Hurtado va a un café al que
solía ir para hablar a sus amigos de ellas, pero un estudiante de
ingeniería echa por tierra toda su exposición, con lo que Hurtado se
decepciona de este profesor.
A comienzos del curso siguiente Hurtado decide hacer un curso de
enfermedades venéreas que se impartía en el Hospital de San Juan
de Dios. El paso por este hospital hizo que Andrés se sintiese mucho
más pesimista, ya que continuamente veía la desgracia y la
enfermedad en todas las mujeres que había allí ingresadas.
A mediados de curso se presentó al examen para acceder a una plaza
de alumno interno y lo aprobó. Primero tenían que ser libretistas, es
decir, ir allí a tomar notas de las recetas del médico y hacer guardias,
luego pasaban a internos de clase superior y posteriormente a
ayudantes. Andrés fue llamado por un médico amigo de su tío
Iturrioz, a quien Hurtado había pedido que le recomendara. El médico
era un hombre completamente dedicado a su trabajo, y pronto pudo
ver la falta de interés de Andrés por la profesión; a Hurtado le
interesaban más los aspectos psicológicos de las cosas y la
administración del hospital.
Después de acabar la carrera y aprobar el doctorado, Andrés se va a
trabajar a un pueblo de Castilla-La Mancha, Alcolea del campo. Allí
3. comparte la titularidad con otro médico, el Doctor Sánchez, que se
empeñaba en ver a Hurtado como una especie de rival. Dividieron la
ciudad en dos partes, y cada mes rotarían y se encargarían cada uno
de una parte, aunque si un enfermo decidía que quería ser visto por
el médico al que no le tocaba esa parte, siempre se respetaría su
voluntad.
Al principio todo iba bien, pero el problema llegó un día que el doctor
Sánchez se fue a una corrida de Baeza sin avisar. Ese mes le tocaba
a Sánchez una parte del pueblo en la que una muchacha estaba muy
enferma. Ésta padecía hidropesía, vómitos, disneas, convulsiones y,
además, retención de orina, que lo había agravado todo. Tras
reconocerla, Hurtado dice que, ya que está muy grave y no se puede
esperar a que Sánchez vuelva, que era quien conocía la evolución de
la enfermedad, él va a sacarle el líquido que tiene acumulado.
Después les dice a los padres que, aunque en ese momento estaba
mejor, probablemente la enfermedad se reproduciría y les
recomienda ir a Madrid a visitar a un especialista, con lo que se gana
la definitiva enemistad de Sánchez.
Posterior a este, es también llamativo el caso de la mujer del tío
Garrota. Llamaron a Hurtado en plena noche porque una mujer había
caído por la ventana y estaba muriéndose. Ésta tenía contusiones en
la cabeza, unos cardenales en el cuello y no paraba de decir “garro”.
Finalmente murió, y en la autopsia se pudo ver que tenía principio de
asfixia. Todo el mundo, incluido Sánchez, pensó que el marido, que
tenía antecedentes de maltrato, había empujado a la mujer por la
ventana. Sin embargo Hurtado y el juez no estaban de acuerdo.
Finalmente consiguieron determinar que la mujer se suicidó. Las
marcas del cuello y de la cabeza se las había hecho ella misma en su
intento de suicidio, pero al no tener fuerza suficiente, se tiró por la
ventana.
Poco después de esto, Andrés decidió irse del pueblo, debido a la
hostilidad mutua entre el pueblo y él.
Cuando llegó a Madrid, encontró un empleo como sustituto en una
consulta de enfermedades del estómago por tres meses.
Posterior a este le dieron el cargo de médico de higiene en un
hospital, en el que tenía que tratar a las prostitutas y empezó a
sentirse igual o peor que cuando hizo el curso de enfermedades
venéreas, aunque admite que se quedó en el cargo por curiosidad.
Cuando ya llevaba un tiempo, recibió una carta de unas prostitutas
que firmaban como “Las Desgraciadas”, en la que contaban cómo,
cuando llegaba el médico o alguna autoridad, a las prostitutas que no
estaban matriculadas las pasaban de una casa a otra, porque estaban
todas comunicadas. Esta carta hace que Andrés sienta cada vez más
asco por la sociedad y, finalmente, alega enfermedad y deja el
trabajo.
Entonces, por influencia de un amigo suyo de facultad, le dan trabajo
en La Esperanza, una sociedad donde atendían a gente pobre. En
4. este empleo no tenía tantos problemas éticos, pero sí una mayor
fatiga física.
Este trabajo también lo dejó y, por influencia de su tío Iturrioz, le
dieron un trabajo de traductor de artículos y libros de una revista
médica que publicaba obras nuevas de especialidades. Este trabajo le
gustaba mucho más y, al final, se hizo un gran experto en traducción,
incluso le mandaban hacer sus propios trabajos con los resultados
que otros obtenían en el extranjero, donde había más laboratorios y
recursos.
Se casó y poco después su mujer quedó embarazada, pero el niño
nació muerto y la mujer murió poco después de dar a luz, con lo que
Andrés se sumió en una profunda tristeza y finalmente se suicidó.
VALORACIÓN PERSONAL
La lectura de este libro me ha gustado mucho, porque aunque no es
muy actual, sí que utiliza un lenguaje sencillo y comprensible, mucho
más que las otras obras leídas este curso. Otro aspecto que me ha
atraído más a la hora de leer el libro es el argumento, que me parece
bastante interesante.
Además, la medicina es un tema que me apasiona, dado que yo
quiero ser médico, y me ha resultado muy interesante leer la vida de
un médico, aunque en algunos aspectos no se parezca a la medicina
actual.
La única parte del libro que no me ha gustado mucho es la cuarta
parte, en la que se desarrolla el diálogo sobre filosofía con su tío
Iturrioz. Pienso que es una parte un tanto densa, y que además
necesitaría más conocimientos sobre filosofía e historia, o incluso una
mayor madurez, para entenderla.
Por lo demás el libro me ha gustado mucho y recomiendo su lectura.
Además creo que todos los libros aportan siempre algo, ya sea en el
plano cultural o en el personal, y por insignificante que este algo sea,
siempre merece la pena leer.