Este documento describe las responsabilidades de los pastores cristianos, incluyendo predicar la Palabra de Dios completa sin importar si gusta o no, amonestar para corregir por medio de instrucciones y advertencias, enseñar sistemáticamente la Palabra para preparar a la iglesia, y trabajar arduamente luchando contra las tentaciones y enemigos de Dios, todo por el poder de Dios y no por habilidad propia.