La tecnología ha mejorado significativamente la calidad de vida de las personas con discapacidad visual al permitirles mayor independencia e inclusión en ámbitos como la educación y el trabajo. Dispositivos como chips electrónicos han ayudado a algunas personas a recuperar parcialmente la visión, mientras que otras tecnologías facilitan la movilidad y acceso a la información de manera independiente. A medida que la tecnología avanza, se espera que continúe mejorando las herramientas disponibles para este grupo.