El documento describe que la verdadera fortaleza de un hombre no se encuentra en atributos físicos como el tamaño de sus hombros, profundidad de su voz o cantidad de amigos, sino en cualidades como la gentileza, ser buen amigo de sus hijos, tener un corazón compasivo, ser cuidadoso con sus caricias y poder llevar cargas con responsabilidad. La fortaleza masculina se encuentra en la capacidad de amar verdaderamente a una sola mujer.