El poema describe cómo cuatro velas que representan la paz, la fe, el amor y la esperanza se van apagando una a una a medida que las personas dejan de darles importancia. Solo la vela de la esperanza permanece encendida y le dice a un niño que mientras tenga fuego podrá encender de nuevo las otras velas, representando cómo la esperanza puede revivir los otros valores cuando se ha perdido la fe en ellos.