La publicidad no se limita a informar sobre las características de un producto, sino que intenta venderlo asociándolo a imágenes y palabras que sugieren valores positivos como el éxito, el prestigio y la juventud, con el fin de hacer el producto más deseable para el consumidor. El mensaje publicitario utiliza técnicas como el equilibrio, el movimiento, la proporción, la simplicidad, la unidad y la continuidad para lograr este objetivo.