Medusa era una sacerdotisa que servía a la diosa Atena en su templo. Poseidón la violó en el templo, lo que enfureció a Atena. Como castigo, Atena transformó a Medusa en un monstruo con serpientes en lugar de cabello y cuya mirada podía convertir a los hombres en piedra. Medusa fue desterrada a una isla solitaria, donde eventualmente fue asesinada por Perseo.