Este poema habla sobre no perder la esperanza después de experimentar fracasos o decepciones en la vida. Aconseja no odiar todas las rosas por una espina, ni perder la fe en los sueños, esfuerzos, amistades u oportunidades solo porque algo salió mal una vez. En su lugar, sugiere ser perseverante, buscar la felicidad cada día y recordar que siempre habrá nuevas oportunidades para levantarse después de caer.