Desayuno, almuerzo y cena son las comidas principales del día, cada una con sus propios alimentos típicos. El desayuno suele incluir café, jugo y pan tostado u otros cereales. La comida más grande es el almuerzo, que generalmente consiste en un plato principal con carbohidratos y proteínas, acompañado de una ensalada o verduras. Para cenar, la gente a menudo elige algo ligero como sopas, sandwiches o pastas.