La tecnología ha producido cambios profundos en la sociedad que han modificado la forma en que pensamos, nos comportamos y vivimos nuestro día a día, creando nuevas profesiones e industrias mientras hacen desaparecer otras, alterando los hábitos de las personas, transformando la producción y las relaciones laborales, obligando a modificar las leyes e incrementando la brecha entre quienes tienen acceso a la tecnología y quienes no.