El documento describe una imagen oculta en las ruinas de Machu Picchu. Al girar la foto de las ruinas, se revela la forma de un rostro humano formado por las montañas circundantes. Esto sugiere que los incas eran escultores magistrales de la naturaleza o que la naturaleza misma formó este rostro. El documento concluye instando a los lectores a difundir y visitar más las maravillas de Machu Picchu.