Magic Johnson era un base pasador para los Lakers hasta que su compañero Kareem Abdul-Jabbar se lesionó antes de un partido final. El entrenador decidió poner a Johnson de pívot de forma sorpresiva. A pesar de las dudas del equipo, Johnson lideró a los Lakers a la victoria con 42 puntos, 15 rebotes y 7 asistencias, ganando el premio de MVP.