El documento describe una visita escolar al pueblo costero de Portvendres en Cataluña. Los estudiantes llegaron en tren a la estación de Portvendres y comenzaron a caminar hacia la ciudad vecina de Colliure, donde un guía explicó la vegetación y la fauna local. Luego hicieron una parada para comer en un molino, donde pudieron explorar el interior. Más tarde observaban patos en el agua salada mientras esperaban el tren de regreso.