Las redes sociales pueden ser una herramienta útil para la educación si se usan de manera adecuada. Pueden ayudar a los estudiantes a conectarse con otros, acceder a recursos educativos y colaborar digitalmente. Sin embargo, también plantean desafíos como la distracción y la falta de privacidad, por lo que se deben establecer pautas claras para su uso educativo.